¿Necesita hacer una gira de negocios por varias ciudades? No lo dude, hágalo en un avión privado. Y si es en un jet ¡mejor!
A pesar que el mundo de hoy y especialmente el mundo laboral se rige por la virtualidad, la presencialidad es vital a la hora de cerrar negocios o potencializar ventas.
Es por eso, que los viajeros de negocio continúan siendo un nicho importante en la aviación comercial. Sin embargo, las aerolíneas realmente no ofrecen ningún diferencial a este tipo de viajeros más allá de sillas más amplias y un menú alternativo, en el mejor de los casos.
Es por eso que surge la duda ¿viajar en avión comercial es la mejor opción? Y la respuesta es sencilla y directa: no.
Más allá de las filas, los tiempos de espera, los filtros de seguridad y los procesos de equipajes, es difícil que los itinerarios comerciales se ajusten a la apretada agenda de un empresario en medio de una gira de negocios. Esto sin mencionar que la industria aún no recupera el 100% de su operación tras la pandemia.
Según La Asociación Internacional de Transporte Aéreo IATA, aunque el comienzo de año fue optimista, la variante Ómicron causo un descenso de del 4,9 % en la reactivación de los vuelos comerciales en la región lo que posiciona a Latinoamérica en un 80 % de recuperación con respecto a los niveles pre pandemia.
Estas cifras sumadas al prácticamente nulo diferencial que ofrecen las aerolíneas a los empresarios posicionan a la aviación privada como la solución a este dilema.
Este es el caso de varios empresarios que han optado por vuelos privados para asistir a sus compromisos dada la eficacia que la aviación privada representa.
En palabras de Carlos Castro, ejecutivo de la marca Skechers que recientemente viajó en un vuelo de Flapz “Este fue un muy provechoso vuelo de negocios". Y es que la capacidad de cubrir varios trayectos y lugares en una sola aeronave para asistir a compromisos es una ventaja inigualable.
De esta forma, la productividad de un viaje de negocios se incrementa ya que la confidencialidad y privacidad sumado a la comodidad a bordo de un vuelo privado permite hacer de la aeronave una oficina en el aire.
Trabajar a 20.000 pies de altura es una experiencia única e incluso inspiradora. Sin mencionar los beneficios en ahorro de tiempo que permiten cumplir con una apretada agenda con compromisos en varias ciudades.
En términos generales la ecuación que resulta de un vuelo privado es simple: bajan los costos e incrementa la productividad.
De esta manera se crean mejores eficiencias en los negocios y la rutina laboral. El ahorro de tiempo es significativo cuando se trata de vuelos privados y dado que por lo general son varios los ejecutivos y empresarios que viajan el costo se reduce en comparación con viajar en una aerolínea convencional.
Por supuesto son varios los factores que entran en juego a la hora de un vuelo privado por negocios, hay aeronaves más económicas que otras, mientras que unas son mucho más eficientes en términos de capacidad y velocidad que las hacen destacar a la mayoría.
En este sentido, desde Flapz recomendamos el uso de aviones Jet para empresarios con una agenda apretada. Esto ya que la capacidad en términos de pasajeros es mayor y la velocidad de operación superior, lo que le permite llegar en menor tiempo a su destino e incluso aterrizar en aeropuertos internacionales donde la regulación lo permite.